El gran concierto

Cuatro comentarios aislados sobre El gran concierto:

1. A veces no se si las películas tienen una edición muy mala o si los saltos tan abruptos entre las escenas se deben a que están proyectando una copia muy vieja de la película. Es probable que sea esto último, pues las imágenes del interior del teatro se veían opacas y descoloridas. Las transiciones bruscas me recordaron un poco cuando los rusos hablan otro idioma: omitiendo artículos y con esa aparente actitud tosca.

2. Supongo que habrá algo llamdo “humor ruso”, o eslavo, que consiste en situaciones absurdas y personajes demasiado caricaturescos. Por fortuna, esto no es muy frecuente.

3. Para todos, la música era una excusa. Era lo único valioso que sabían hacer, pero realmente no era la razón principal que tenían para ir hasta allá. Hacía falta un tiquete de salida.

4. La última escena vale por toda la película. Pocas veces había sido tan emocionante ver una interpretación. Y mucho menos en una película. Estas cosas hay que verlas en vivo.